La Anorexia

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Lo que entendemos clínicamente como anorexia no es la anorexia melancólica como, decía Freud, si no la anorexia rechazante. El carácter rechazante es el rasgo clínico fundamentalde la anorexia. ¿Qué rechaza el sujeto anoréxico? Rechaza lo invasivo.

 

Sesión del seminario de Ana Martínez “Psicopatología y Clínica psicoanalítica” dictada el 17 de Mayo de 2016 que cuenta con la intervención de francisco Pereña.

 

Ana Martínez: Decimos que para que se articule unademanda amorosa se ha de tener una experienciadel cuerpo del otro desde una separación, desde una distancia donde se puede sentiral otro y conservarlo en su ausencia. También para construir un vínculolibidinaldebe estar presente el acogimiento. En el trastorno anoréxico vemos que el acogimiento está subvertido por lo invasivo, por la asfixia. Recurro a una explicación que da Pereña en el capítulo 5 del libro De la Angustia al afecto que esclarece el porqué es invasivo el otro y como cuando el rechazo está inserto en el vínculo mismo se crea una dependencia adhesiva donde falta la distancia. Entonces el cuerpo del otro resulta necesariamente invasivo, no se puede incorporar y solo se puede expulsar. El sujeto anoréxico por ejemplo, al estar tan fusionado con el cuerpo de la madre al no haber discriminación acaba rechazando y expulsando su propio cuerpo que está confundido con el de la madre. Entiendo que este modo de vincularse al rechazo se da en momentos muy tempranos de la vida de un sujeto, donde estamos ante la no diferenciación cuerpo niño/cuerpo madre y está muy presente el miedo al abandono. ¿Podríamos decir entonces que estaríamos en los primeros pasos que constituyen la inscripciónde la demanda inconsciente?Esto explica lo que dice Brunch de que el rechazo del cuerpo propio es una necesidad de rechazar el cuerpo de la madre a quien pertenece dicho cuerpo. Nos encontramos en la clínica con pacientes que, aún presentando trastornos de alimentación, no constituirían una anorexia verdadera, no habría esta pertinaz resistencia a alimentarse.

Pregunta: ¿podemos decir entonces que ese modo de vincularse del que nos hablas estaría en la base de muchos de los trastornos de la alimentación y quizás de otros que de una manera u otra conllevan un ataque al propio cuerpo? ¿No se tratarían todos ellos de una no diferenciación del cuerpo de la madre donde el vínculo inicial se inscribió cómo invasivo y deslibidinizado y el rechazo se instaló desde el comienzo en el propio modo de vincularse de la hija? ¿Por qué este modo de vincularse se da mayoritariamente en la mujer?

Francisco Pereña: Ayer leía De partibus animalium de Aristóteles. Se preguntaba si un cuerpo muerto es un cuerpo de hombre. Él dice: parece un cuerpo dehombre pero no lo es y la razón por la que no lo es, es porque carece de potencia, es decir, de movimiento. Esto tiene mucha importancia para el trastorno de la anorexia. Hoy un paciente psicótico andaba preguntándose qué cuerpo tengo yo. Empieza a divagar,no a delirar, sobre un cuerpoen el cual él no discriminaa los órganos. Es un cuerpo lleno que va a explotar, tiene vida adentro pero es una vida que está encerrada, iba a explotar. Por otro lado él tiene una imagendel cuerpo abiertaen la cual el cuerpo está abierto pero no se sabe lo que haydetrásy después habla de que cuando está en la duchaenjabonándose, él mira su cuerpo, y entonces no entiende nadaporque solo existen los cuerpos de las mujeres y entonces los hombres qué cuerpo tienen y, probablemente, los hombres será que alucinan que son otros cuerpos, pero si sólo hay las mujeres, entoncesno habría cuerpos ni de las mujeres ni de los hombres.

Esto es un delirio, el cuerpo es un lío. Freudlo definió como la proyección de una superficie corporal. Esta definición al menos nos indica que la unidad del cuerpo no existe. En el caso del paciente es evidente que el cuerpo no da identidad.

El término proyección indica que la unidad es externa al cuerpo. El tema de la anorexia además tiene una relación muy clara con la idea de hospitalismo de René Spitz porque ambos casos lo que demuestran es que el cuerpo humano carece absolutamente de regulación interna. En el hospitalismo hay los cuerpos bien alimentados pero sin espacio libidinal lo cual les produce la muerte. En la anorexia serían cuerpos no alimentados pero con un problema en la organización del cuerpo como espacio libidinal. Lo que entendemos clínicamente como anorexia no es la anorexia melancólica como, decía Freud, si no la anorexia rechazante. El carácter rechazante es el rasgo clínico fundamentalde la anorexia. ¿Qué rechaza el sujeto anoréxico? Rechaza lo invasivo. En tu pregunta hay dos cosas interesantes: lo invasivo, la ausencia y el cuerpo de la madre. La ausencia es un punto fundamental en la clínica infantil. Todos nos dedicamos a la clínica infantil, trabajamos en la infancia de los sujetos y lo que sucedía allí. El concepto de ausencia es fundamental porque lo que se juega en la ausencia es la posibilidad de tener un vínculo que no esté cifrado ni confundido con el daño. Un niño se ausenta de la dimensión del daño. La dimensión del daño tiene dos aspectos, dos puntos: el daño invasivo y el daño amenazante por miedo

Lo que queda claro es que sin ausencia el vínculo es de daño. El niño se ausenta para crear su mundo interior y sin mundo interior ese niño entonces se vinculará al otro con temor, lo que espera del otro es el daño. No es que el otro no daña. Lo que quiero decir es que el vínculo se hace con el daño. A un niño los padres pueden darle una paliza, si el niño tiene capacidad de ausentarse «yo aguanto esto pero yo sigo mi vida» es capaz de no vincularse por el lado del daño. Esto parece sencillo pero es fundamental. La ausencia es el modo como se evita el vínculo con el daño. Tratamos con sujetos que viven permanentemente con el temor al daño: lo persecutorio.

Cuando esa ausencia no opera como separación de lo otro la demanda amorosa está tocada, está al servicio de una demanda de protección, con los avatares que tiene cuando tu separas la demanda amorosa de la demanda de protección. Esto tiene muchas complicaciones en la vida de los sujetos porque incluso una demanda de protección desgajadade la demanda amorosa puede ser un vínculo que directamente está referido al daño

Cuando no hay ausencia, no hay distancia luego hay invasión. En la posición anoréxica hay un rechazo a la invasión, a la dimensión invasiva del cuerpo de la madre. ¿Qué entendemos por madre invasiva? La madre de la anoréxica es exigente. Hay muchos modos de exigencia, hay un modo que es la exigencia silenciosa. Es la que la niña dice «nunca voy a poder agradar».

La exigencia, sea la silenciosa o sea la vocinglera dificulta mucho un vínculo que haga transmisión libidinal de cuerpo a cuerpo. Por el contrario, la madre de la bulímica es una madre paralizante, es una madre que tiene una presencia. No el silencio de la madre que exige o que está insatisfecha sino es la madre paralizante que es un cuerpo masivo, invasivo como cuerpo masivo y por consiguiente que ni admite rechazo ni aceptación. Para mí el rasgo bulímico por excelencia es una mezcla de incorporación y lo contrario: que no conserva. El rasgo bulímico por antonomasia es no conservar, no incorporar «yo soy un saco donde meto cosas y saco cosas». El  sujeto anoréxico, en la medida de que es rechazante es un sujeto que se juega su existencia de sujeto en el rechazo, es decir, como sujeto activo. Todo sujeto es activo porque si no es activo está sometido a la actividad pulsional. El problema de la bulímica es que está en la posición subjetiva de objeto pasivo donde la comida entra y sale por un cuerpo, no voy a decir inexistente pero si deslibidinizado, sin conservación, en el sentido freudiano de incorporación, de que guarde, su propia intimidad.

Hay algunos sujetos bulímicos, por ejemplo, qué se dañan como única forma de sentir el cuerpo y de recuperar la posición activa del sujeto. Recuerdo una paciente que se pellizcaba. Es recuperar una posición activa respecto a un cuerpo con el que no se sabe qué hacer.

A.Martínez: ¿Estaría más cerca la posición bulímica de la vertiente melancólica?

F. Pereña: Desde luego la anorexia no está en la posición melancólica. Yo entiendo la melancolía del lado de la psicosis. La melancolía tiene que ver con el vacío pulsional pero la anorexia y la bulimia atañen al cuerpo de una manera muy sorprendente. En la bulimia es una presencia del cuerpo demasiado presente. Es una presencia del cuerpo de la madre queno ha podido hacer cuerpo. No es una presencia invasiva del cuerpo de la madre que impide que el otro cuerpo haga no sé qué. Es un tipo de desorganización del cuerpo.

En la tesis de Aristóteles dice que no hay materia sin forma. Los griegos distinguen entre Zoe – la vida general y Bios- vivir la vida singular de cada individuo. Lo que hace individuo es una vida con forma. No se puede separar del modo de vivirla. Aristóteles dijo: puesto que la vida concreta necesita una forma de vida, vivir es un modo de vivir. La vida es concreta. Todo esto me lo inspira Aristóteles ¿Qué es un cuerpo para Aristóteles? ¿Un cadáver es un cuerpo? ¿Podría ser un cuerpo sin forma? ¿Y cuál es la modalidad de vida?: El modo de moverse en el espacio. El cuerpo es una materia que se mueve en el espacio buscando una forma. Se podría definir un poco así la tesis de Aristóteles.

¿Qué significa un cuerpo como una materia que se mueve en un espacio buscando una forma? porque esa materia no tiene forma, no tiene modalidad de vida, no es una forma exterior a la materia.

En el mundo animal se podría decir que hay un cuerpo cuya forma le viene dadapor especie. Un animal se mueve muy bien por el espacio. Los humanos venimos con un cuerpo sin forma. Un bebé que está alimentado por una madre angustiosa, eso repercute en ese bebé porque es un cuerpo buscando su forma. Es lo mismo que un cuerpo en busca del otro.

A.Martínez: Respecto a esa  diferenciación entre organismo y cuerpo,¿podríamos decir que en la bulimia, por ejemplo, hay una “pretensión” de que el cuerpo no incluya la afectación del otro, de que el cuerpo fuera un organismo?.  Es en ese sentido en el que  hablo de organismo.

F.Pereña: El organismo no está conectado con el otro porque tiene al otro incorporado y el otro es la naturaleza. Ese fue un desliz de Lacan, ya quisiéramos tener organismo.

A. Martínez: Yo hablo de organismo, no en el sentido de Lacan, sino en el sentido de los “organicistas” cuando hablan de un “organismo abstracto”  como ideal científico ignorando la afectación y alteración del humano. Estas pacientes queriendo librarse de la demanda asfixiante, masiva o paralizante de la madre, al atacar la satisfacción pulsional misma “parecieran” querer excluir del cuerpo  la afectación del otro.

F.Pereña: El error sería que el cuerpo sería un añadido al organismo. La bulimia y la anorexia juegan al ras de la pulsión, al ras de la actividad pulsional. La bulimia es una pura actividad pulsional y la anorexia es un modo de controlar la actividad pulsional.

A. Martínez: Claro, tú lo llamas «ataque a la pulsión».

F. Pereña: El ideal de la anorexia sería tener una forma sin cuerpo; el drama de la bulímica es tener un cuerpo sin forma. Las anoréxicas pueden tener una indiferencia absoluta hacia su vida sexual. Aquella paciente vivía en otro lado, en la forma pura. Es lo que se ha llamado el «narcisismo anoréxico». La bulímica lo tiene más difícil, hay más derrota.

A.Martínez: El término “derrota” me ha hecho evocar lo depresivo, sin que por ello hablemos de psicosis.

F. Pereña: Habíamos preguntado por la historia del cuerpo de la madre en estos casos. Yo podría esquematizar dos tipos de madre: la madre exigente de la anoréxica y la paralizante de la bulímica. Esto puede ser una guía de orientación pero no determina como causa eficiente tal efecto. Madres exigentes las hay por millones o madres paralizantes aunque menos pero ¿Qué ha impedido a estos sujetos la ausencia?

Es la historia del cuerpo. El ausentarse el niño del vínculo con el daño tiene algo que ver con cierto ausentarse del cuerpo, ausentarse porque el cuerpo al estar colocado del lado más de lo libidinizado, de lo placentero, es un cuerpo que se vive y que no pesa. Un niño con un cuerpo libidinizado es un niño que se mueve con mucha soltura. Para Aristóteles, se mueve en el espacio con mucha forma, con mucho ritmo. Está ausente del cuerpo en el sentido de que el cuerpo no le pesa. El cuerpo pulsional no es una carga que cae encima de él.

La anorexia no tiene más ausencia del cuerpo que la privación del cuerpo. Solo tiene cuerpo en la medida en que se priva de cuerpo. En alemán «anorexia» es dependencia de la delgadez, como droga. Es una buena intuición porque hay una dependencia a una sustancia, en este caso una privación, por fuera del cuerpo, como un drogadicto. «Yo tengo una sustancia y a mí el cuerpo me importa un bledo». La materia aristotélica se ha convertido en una sustancia que tiene una mágica forma qué es una droga. La magia de la materia con forma por fuera del cuerpo. Cuerpo es donde se inyecta esto y es completamente pasivo. La anorexia tiene una dependenciarespecto a un modo de tener un cuerpo por fuera del cuerpo o una forma pura sin cuerpo. La anorexia tiene, cosa que en la bulimia se consigue con dificultad, una desconexión con el otro. Algunos drogadictos lo dicen «yo tomo drogas y me desconecto». No es una posición pasiva como a veces hemos querido entender la drogadicción. Es una simplificación decir que son víctimas de la droga. Es una actividad pulsional que ellos han organizado con la droga. Ellos son los fabricadores de droga. Es muy destructiva porque justamente crea una sustancia por fuera del cuerpo y el riesgo de la anorexia es crear una forma del cuerpo por fuera del cuerpo y eso lo hace destructivo hasta el punto de la muerte. Todas las otras patologías negocian con el cuerpo.

A. Martínez: Respecto a qué tipo de madre tiene la anoréxica, me hace pensar que su conflicto se gesta en tiempos muy tempranos. Sabemos que el alimento es la primera forma de rechazo y de incorporación. Es en ese tiempo dónde está  la dependencia absoluta, está la confusión de los cuerpos. ¿Dónde termina él infante  y dónde comienza la madre?.

F.Pereña: ¿Por qué se manifiesta en la adolescencia?

Ana Martínez: Se me ocurre que hay que tener en cuenta que en la adolescencia se produce una rearticulación de la demanda inconsciente con todo lo que ello trae consigo. Se reactiva laangustia de separación, se pone a prueba la capacidad del duelo,  el cuerpo y la sexualidad toman especial protagonismo, hay una revisión de los ideales, el narcisismo se desestabiliza…

  1. Pereña: Pero hay muchos casos de esos… hoy un psicótico me decía que solo existen los cuerpos de las mujeres. De la Antígona de Sófocles asocio a la que no se olvida del cuerpo. Volviendo a Aristóteles ¿Qué sucede cuando la vida no es un hecho? El Bios no es un hecho, es una vida en busca de forma, ha de encontrar una modalidad para que sea vida. Eso quiere decir que la vida es una posibilidad y entonces se convierte en una cuestión política, y la posibilidad obliga a la búsqueda de la felicidad y ahí empieza, como diría Kafka, el dominio del mal. Cuando la gente busca la felicidad se ha metido en el infierno. Si no la buscara sería feliz. 

    Es la búsqueda de la identidad fuera del cuerpo. Es el cuerpo místico que llama la iglesia o la comunidad. Una comunidad es un cuerpo místico,  un cuerpo que constituye una unidad no singular sino por la pertenencia a una comunidad.

    Si tú no te olvidas del cuerpo entonces eres un mal miembro de la comunidad. Todo el lío de Antígona era sobre el cuerpo del hermano insepulto. El problema es que el soldado, el cuerpo es de la polis ¿Qué estatuto tiene este cuerpo? 
    La mujer pareciera por las razones que fuera, sea por la maternidad o por lo que fuera, es una presencia mayor del cuerpo. No se puede olvidar del cuerpo. Tiene que arreglarse el cuerpo.

    A.Martínez: Bueno, y algo muy importante, tiene la menstruación.

    F. Pereña: Si, el Cuerpo Místico no funciona. Ahora dicen que las mujeres sean curas pero la razón de ser de que no sean curas es porque son impuras. Afortunadamente son impuras.

    La mujer no se puede olvidar del cuerpo. Eso se ve en la bulimia. La presencia del cuerpo es una obscenidad, se relacionan con su cuerpo con una cierta repugnancia. Saben que su relación con el cuerpo está descontrolada, ellas no lo gobiernan y que vive en un estado que no se puede limitar solo a los ataques de ansiedad. Es la presencia masiva de un cuerpo deformado.

    No quiero decir mucho más pero creo que, no en vano, la anorexia aparece fundamentalmente en la adolescencia en dónde se pone en juego la sexualidad. ¿Qué es la sexualidad humana? bueno para mí no hay más sexualidad que la humana. La sexualidad animal es un chiste: comen, copulan y todo lo hacen en un mismo registro.

    La única sexualidad es la humana porque funciona a través del deseo. El problema que se plantea en el sujeto anoréxico, en la adolescencia con el deseo es que, si hablamos de deseo no podemos hablar de cuerpo. Si tengo deseo no tengo cuerpo. ¡Lo del cuerpo deseante es un lío! Vamos a intentar un deseo puro como única forma pura.

    F. Pereña: Siempre se ha dicho que la anorexia es una enfermedad de la modernidad. Yo creo que la enfermedad de la modernidad es la bulimia. La anorexia es un rechazo a la modernidad. La bulimia es la basura, la acumulación de basura. El aparato digestivo de esta sociedad está absolutamente atorado de basura. No se puede digerir lo que produce. Esa es una de las crisis del sistema capitalista según Marx. La única manera de digerirlo es produciendo basura pero la basura se acumula hasta el punto de que los propios consumidores son basura y se identifican con la basura mercantil. El proceso de acumulación de basura que entorpece la digestión y la elaboración. La bulimia como un efecto de la derrota del basurero de la modernidad y a la vez como un rechazo a eso, o ser basura.

    A las anoréxicas que he tratado las he visto, en su deseo de pureza, como las que abominan del canibalismo.

    Carolina: Inicialmente no podía tragar. Luego cuando comía le dolía, tenía dolores gástricos. Para ella era desesperante no poder encontrar algo que comiera y que no le doliera.

    A.Martínez: Hay algunas madres que están preocupadas sólo por la cantidad o cualidad del alimento mismo que toma el niño y adoptan una posición con el hijo/a donde ignoran el vínculo libidinal que el acto de comer conlleva.

    F. Pereña: Eso es exigencia. Desde el punto de vista clínico, la exigencia hay que tomarla como un modo de presión al otro por fuera del deseo.

    A. Martínez: En el caso de Carolina, el dolor al comer también era un modo de sentir algo vivo frente a la comida vacía.

    F. Pereña: Y lo de tragar es muy frecuente y es una dificultad de elaboración radical. Recuerdo un caso, odio a la madre, la tenía atragantada, tiene que ver con el rechazo «lo que me das es daño y no me lo pienso comer».

      A.Martínez:Muchas anoréxicas, cuando salen de la anorexia, derivan en una relación con el alimento “más pura” se hacen vegetarianas, veganas… Ya no son anoréxicas pero tienen que buscar otra forma de alimentación más pura, lo que hoy día es la propuesta de la ortorexia. A. Martínez: Quizás sea el despertar de la sexualidad lo que en las mujeres pone en marcha este proceso. Teme ser tomada como objeto en una sociedad donde tantas veces es tratada como objeto. El temor es  ser objeto de nuevo como  mujer.

  2. F. Pereña: Después está el caso que trajo Carolina. Yo recuerdo una anoréxica de muchos años cuya salida de la anorexia se vio acompañada de dolores gástricos. Comía poco pero tenía que comer cada vez que le dolía el estómago. Antes el cuerpo no existía, amenorrea, pesaba 44 kilos. Yo entendí aquella salida como que empezaba a sentir el cuerpo.

    También se da en hombres. Un paciente: es un hombre con una madre enferma, satisfecha, enfadada, arbitraria y él está enfrentado con ella. Se ha convertido en un clon de la madre, es insoportable, le amarga la vida a su familia con sus  desgracias, enfermedades, miedos. Tuvieron que ingresarlo porque no podía comer. La madre atragantada no sabía cómo digerirla, qué posición tomar, cómo escapar de ella.

    Es cómo poner una barrera a la madre dentro del propio cuerpo. Tú puedes poner una barrera más afuera cómo hace la anoréxica pero si quieres poner la barrera dentro o tragas y vomitas cómo hace la bulímica que no tiene barreras o si la ponesdentro del cuerpo te atragantas. Esto hay que tenerlo en cuenta para los trastornos psicosomáticos. Cuando pones límites dentro de tu cuerpo lo que haces es dañar tu cuerpo. ¿Dónde colocas el límite del otro invasivo? o crear un mundo interno con lo cual el límite es interno y ya no depende del otro o tienes que ponerlo afuera qué es lo que hace la anorexia:»¡no! aquí no pasa». La bulímica no puede, porque tiene una circulación de ida y vuelta. Pero si tú lo quieres poner en la garganta te mueres.

    El rechazo de la anoréxica es muy frontal. Mientras que los otros son rechazos mucho más complicados, por ejemplo, esta mujer sentía culpa por su odio a la madre, ahí se mezcla el tragar a medias.

    A. Martínez: Me gustaría retomar lo que dijiste acerca de la posibilidad del niño de ausentarse de la escena de daño.

    F. Pereña: No es una denegación…

    A. Martínez: Decías: ausentarse para crear su mundo interior. Para que esto se produzca es porque hay   inscripción de la pérdida en el niño. Y para que se produzca esa inscripción tiene que haber una separación de los padres, tiene que operar la represión, por ejemplo. Si no hay elaboración de la separación de los padres, eseniño no se va  a poder ausentar del daño

    F. Pereña: Sí claro. Esto tiene que ver con el vacío pulsional y la falta.

    A.Martínez:Por supuesto, se trataría de un niño que tiene inscripción de la pérdida… Bueno pasemos al tema de los cortes. Asistimos hoy día a un número importante  de casos de mujeres que se autolesionan. Hay tres fenómenos predominantes que nos encontramos actualmente en las adolescentes: cortes, ataques de ansiedad, y anorexia, aunque ésta  ha bajado en número.  Los cortes aparecen  en diferentes trastornos, en particular en  casos de trastornos del límite que pueden incluir la anorexia o no.  ¿Qué nos puedes decir acerca de este fenómeno? Creo que los cortes  darían también cuenta,  de la no separación del cuerpo de la madre, donde el sujeto ataca su propio cuerpo, pero  creo que esto no nos da  suficiente respuesta.

    F. Pereña: Es complejo. Yo he visto hombres. Un paciente que se hace cortes pero creo que es a partir de la impotencia. Yo creo que no entenderíamos, en términos generales, este fenómeno si no lo vemos del lado de recuperar la posición activa. En estos casos siempre he visto una gran impotencia, una pasividad producida por la impotencia. Sería la antítesis de lo que Aristóteles llama la potencia  del no ser o lo que sería la falta que es lo que mueve el deseo.

    La escena de corte siempre es una escena ante el otro. Se puede discutir si el suicidio es siempre una escena donde está el otro. En esa escena ante el otro, el otro ocupa un lugar invasivo pero de tipo pulsional. El otro es el representante de la pulsión que lo arrasa y lo deja en la impotencia pasiva. Sienten tal rabia, tal impotencia, que la única forma de recuperar la potencia es coger un cuchillo y rajarse.

    El caso que conté, lo habían llamado por teléfono, el otro le dijo: no, no es posible devolverle el dinero. El no pudo defender la posición. El otro lo paralizó y era como si hablara de la pulsión cuando hablaba del otro.

    A. Martínez: El otro es la actividad pulsional

    F. Pereña: Cuando yo hablo del objeto persecutorio es verdad que cubre el vacío pulsional pero eso tiene un coste porque ¿cómo remediar el exceso pulsional? La pulsión son dos cosas: es un vacío y un exceso. El exceso te arrasa y si colocas al otro del lado del exceso pulsional tú quedas pasivizado y tienes que hacer algo.

    A. Martínez: Recuerdo el caso de una niña pequeña qué tal era el ataque de rabia e impotencia que se arrancaba trozos de pelo de la cabeza.

    F. Pereña: El otro está en el lugar del exceso pulsional.

    A. Martínez: Sin llegar a los casos concretos de los cortes,  podemos pensar en muchos  ejemplos  en la infancia donde el niño se siente impotente ante el otro y ver qué ha hecho con esa impotencia…

    F. Pereña: Y se hacen daño. La chica bulímica hablaba de la desesperación y era un modo de dirigirse a mí pellizcándose.

    Participante 1: En relación a los cortes ¿no podría ser también un intento de hacer daño a la madre que está en tu cuerpo?

    F. Pereña: Yo prefiero verlo del otro lado porque es una manera de verlo sólo del lado de la madre. Ahí se juega más una cierta relación con el cuerpo y de recuperar más propiamente una posición activa. Es verdad que la madre lo puede representar en algún momento pero lo puede representar cualquier otro con toda facilidad. El objetivo no sería propiamente de manera sintomática localizado en la madre sino que sería una cosa mucho más asintomática en relación con la actividad pulsional. Por eso es más difícil de trabajar. Porque si se sintomatiza más el conflicto ya es más fácil de trabajar. La dificultad terapéutica de estos casos es que no tiene una verdadera concreción sintomática.

    A. Martínez: Es  un recursopermanente a un acto, no hay configuración sintomática.

    Participante 2: Un antisocial sería muy poco probable que se hiciera cortes, ¿no?

    F. Pereña: Muy poco. Sería para manipular al otro. Los hay, pero saben hacerlo, no es con esta rabia. Mi paciente tiene que ir al centro de salud por sus heridas. La psicopatía tiene una organización narcisística contra el otro con lo cual la barrera que ponen es su propio narcisismo. Es una barrera muy conseguida donde el otro sólo existe para ser usado. Ellos crean impotencia; no la padecen. Son muy hábiles para crear impotencia.

    Participante 3: La visión social de la anorexia era un poco asociada a este canon de belleza pero desde aquí no tiene mucho sentido esa interpretación.

    F. Pereña: Yo creo que no tiene algún efecto. Yo he visto una o dos modelos, ellas eran expertas en estar y no estar en la sexualidad. Se sustraían, lo que llamaban «la sustracción histérica» lo hacían a la perfección. Ellas usaron esto por su patología. Este tema es otro: cómo acabar con las mujeres una vez que han salido de casa.

    En la clínica se ven mujeres sometidas a una exigencia terrible profesional, de pareja, de las tareas de la casa. No sé cómo pueden soportarlo, ese es otro terreno.

    A .Martínez: Los casos de anorexia en adolescentes que yo he tenido corresponden al perfil de chicas muy exigidas y madres que esperan que las hijas sean genios, perfectas y sin deseo. Robotizadas para triunfar.

    F. Pereña: Madre exigente es un componente a tener en cuenta. En las bulímicas hay que tener más en cuenta la madre de esa presencia amorfa y paralizante.

    A. Martínez: Yo he visto en varios casos de anorexia cómo la madre o los padres ignoran, deniegan todo lo referente a  la sexualidad de la hija,  no se contempla, no es que la   repriman, simplemente la ignoran.

    Clara: Estaba pensando en los tatuajes, cuando son muy excesivos, que también puede haber desórdenes corporales. Pensaba en un caso, bueno, que también lo he observado en otras ocasiones en temas de violencia en la pareja, que cuando están en un momento en el que se está planteando la separación, se tatúan, fechas, nombres, etc.

    F.Pereña: El maltrato merece una consideración clínica más detenida. La desprotección de una adolescente cada día es más frecuente y esa desprotección la lleva a que un ligue de fin de semana se convierta en una tragedia de abandono. En las sociedades antiguas la elección amorosa no existía, estaba codificado y eso impedía muchos problemas. Ahora que se elige más o menos libremente… la separación de la demanda de amor y de protección está teniendo enormes consecuencias. La demanda de protección sin amor se dirige al maltrato a toda velocidad.

    A.Martínez: Bueno, lo vamos a tener que dejar aquí. Muchas gracias a todos y muy en particular a Francisco Pereña

 

                                                                                                                                          Transcripción: oscar López.